Estimados miembros de la junta directiva de la AAVA:

A continuación presentamos un breve escrito a modo de reflexión sobre nuestra experiencia en la junta directiva de la AAVA que sirve como carta de dimisión. Rogamos sea enviado a l@s soci@s a través del correo electrónico.

Carmen González y Santiago Lara

Desde marzo de 2009 hemos formado parte de la junta directiva de AAVA como vocales. Nos integramos en este equipo con la ilusión de poder colaborar activamente en la labor de una asociación que consideramos indispensable para que los artistas estemos correctamente representados en las instituciones y tengamos el papel que nos corresponde en la sociedad como profesionales, con independencia de la edad, el tipo de trabajo creativo que desarrolle cada uno, estilos o tendencias.

En este momento dejamos la junta directiva de la AAVA porque hemos perdido completamente aquella ilusión. Durante este tiempo hemos constatado como dentro de la asociación hay diferentes categorías de socios, lo que conduce a que algunas opiniones tengan un desmesurado valor mientras otras no son apenas consideradas. Curiosamente los jóvenes somos los que estamos en categorías inferiores, junto con las propuestas artísticas menos convencionales. Nos parece que el funcionamiento de la asociación, basado en una representación personalista excesivamente jerarquizada, no es democrático. Consideramos que desde la presidencia se promueve el carácter inflexible y cerrado de su estructura interna lo que inmoviliza cualquier nueva iniciativa, perdiendo así la posibilidad de activar propuestas que favorezcan a la comunidad artística asturiana. Nuestra experiencia con colectivos de artistas de ámbito nacional e internacional nos ha mostrado que asociaciones de este tipo, de esencia tan plural, funcionan cuando hay una distribución horizontal de las responsabilidades, basada en la confianza y una organización del trabajo en grupos diversos en los que cada individualidad se vea representada. No es este el caso de nuestra asociación, y no hay más que ver la asistencia a las asambleas. Ni siquiera nosotros, que formamos parte de la junta directiva, nos sentimos representados.

Como no detectamos ningún interés por cambiar este funcionamiento inerte dejamos esta junta directiva, pero animamos a tod@s a iniciar una reflexión profunda sobre el tipo de asociación de las artes que necesitamos en Asturias y cómo podemos trabajar para conseguirla.